Continuamos hablando sobre el lenguaje, el significado de las palabras y las relaciones que se establecen entre ellas; ten en cuenta que lo ideal sería que a una palabra (significante) le correspondiera tan solo un significado. Es lo que se conoce como monosemia (por ejemplo: bolígrafo o extintor). No obstante, esto no es así siempre y da lugar a determinados fenómenos semánticos que a continuación te exponemos:
Polisemia: se produce cuando a una palabra le corresponden varios significados. Por ejemplo, tenemos banco (de peces, para sentarse, el que te da la hipoteca), cabeza(de persona, de familia, de animal, de alfiler…).
Sinonimia: dos palabras son sinónimas si tienen el mismo significado o uno muy parecido (por ejemplo: contento, feliz, dichoso; asno, burro; vago, gandul; narrar, contar, relatar…)
Antonimia: son palabras con significado opuesto (por ejemplo: frío y caliente; posible e imposible; alto y bajo; par e impar…)Recuerda que para que dos palabras sean sinónimas o antónimas deben pertenecer a la misma categoría gramatical (sustantivo, adjetivo, verbo…) ; así pues, no pueden considerarse sinónimos divertirse y alegre, ya que uno es un verbo y el segundo un adjetivo.
Homonimia: se produce entre dos palabras que se escriben o suenan igual pero que tienen un origen y un significado totalmente distinto; dentro de este fenómeno distinguimos: