El texto es la unidad de comunicación completa, formada habitualmente por una sucesión ordenada de oraciones que transmiten un mensaje. En algunos casos, una sola oración o, incluso, una sola palabra pueden constituir un texto, ya que pueden transmitir un mensaje total (Comienzan las rebajas. ¡Socorro!). Pero, lo frecuente es que el texto sea una sucesión de oraciones articuladas en párrafos.
Así, ten en cuenta que podemos encontrarnos textos formados por una sola oración, por un solo enunciado o por varios. Podemos entender como textos muy distintos mensajes: desde un simple saludo (Hola, ¿qué tal?), hasta la narración de una historia (El Quijote), pasando por artículos de prensa, conferencias, diálogos, etc. Además, dichos discursos pueden ser tanto orales como escritos
| Por otro lado, no olvides que todo texto ha de tener tres propiedades fundamentales, que son: la adecuación, la coherencia y la cohesión. |
Si no te suenan estos nombres, no te preocupes, porque enseguida verás para que sirven. En primer lugar, la adecuación está relacionada con la situación comunicativa en que se emite el mensaje, o lo que es lo mismo con el emisor, receptor, situación… Por tanto, resultaría muy extraño enontrarnos con un anuncio de perfume en mitad de un libro de recetas de cocina, y muy adecuado si lo vemos en una revista; comprobamos así, la adecuación del texto a su contexto comunicativo.
La coherencia y la cohesión, en las que nos detendremos más adelante, aparecen en el propio texto, o lo que también podemos llamar contexto lingüístico.